Londres, capital del Reino
Cuando los romanos la fundaron en el año 43, jamás imaginarían el esplendor que llegaría a alcanzar esta ciudad, protagonista indiscutible en la historia de la humanidad, y al día de hoy, espacio de convivencia para las tradiciones más férreas y el arte más vanguardista.
Una de las mejores maneras de descubrir a Londres, es a bordo del London Eye, una noria gigante a los pies del Támesis, capaz de develarnos, con buen tiempo, toda la región londinense hasta el castillo Windsor. Si bien hay quien piensa que Londres no puede ser descubierta de un solo viaje, algunos sitios como el Palacio de Buckingham, hogar de la Reina, o el Museo Británico y su sección sobre el Antiguo Egipto, deben ser priorizados ante todo.
Le siguen en nuestra lista de recomendaciones, la espléndida Torre de Londres, en cuyo interior se conservan las joyas de la corona británica, la Catedral de San Pablo, célebre por su belleza e historia, y el icónico Big Ben, en el Palacio de Westminster, sede del Parlamento.
Para complementar la visita, destacan algunos sitios donde poder degustar de la comida inglesa, como el Java Tree Café y sus deliciosas hamburguesas o el Olives and figs, con una decoración rústica de encanto que nos hará sentirnos muy a gusto. No obstante, y para no perder el ritmo, podemos ordenar algo ligero en el mercado callejero de Portobello y continuar nuestra travesía camino a Hyde Park o a las galerías del Tate Modern.
En la noche, las discotecas y pubs de la ciudad abren sus puertas a todo tipo de tendencias. Las calles del Soho o Picadilly dan refugio a la juventud y la música en vivo. Otras zonas poseen un carácter más exclusivo, como la refinada Mayfair, y en Notting Hill, los bares de copas abrigan a personas más conservadoras.
En cuanto a los lugares para dormir, puedes elegir el “housesitting” si andas de presupuesto ajustado, o decantarte por la comodidad de los apartamentos en Hyde Park. Entre los hoteles destaca el Zetter Hotel o el 40 Winks de East London. Caso similar ocurre con las tiendas: hay para todos los gustos, desde la exquisita avenida de Bond Street, hasta los suvenires de Convent Garden.